viernes, 3 de octubre de 2014

Fuente Ymbro pega un petardo mayúsculo con una mansada.

Gonzalo Caballero se salva del naufragio con un toreo sincero y sin mentiras.
Por Carlos Ilián – Marca.

Vaya comienzo más feo el de la feria de Otoño de Madrid. La novillada, casi una auténtica corrida de toros, de Fuente Ymbro ha destrozado cualquier posibilidad de salvar la tarde. Una bueyada infumable, una mansada horrorosa con la que los tres muchachos que llegaban a Madrid con toda la ilusión del mundo, se estrellaron sin remedio.
Gonzalo Caballero, que nunca ha rehuido esta plaza y en la que se anuncia sin pestañear, se empeñó a fondo con su lote, siempre por delante. muy cruzado, hasta que consiguió ligar algunos muletazos a su segundo. En el primero, que engañó en cuatro arrancadas metiendo la cara con clase, se desinfló para pararse definitivamente. No entiendo la hostilidad de un sector del público con este torero, que no solo se deja ver en Madrid cuando lo llaman sino que tiene un concepto decente y sincero del toreo.
Borja Jiménez, que es uno de los novilleros emergentes esta temporada, se presentaba en Madrid con todo el riesgo que esto supone. El rubio torero de Espartinas anduvo lineal y espeso, pero es que delante tuvo dos moruchos desesperantes. A su primer novillo lo consiguió sujetar en una tanda y en el quinto sorteó como pudo el cabeceo desesperante del novillo.
Francisco José Espada no pudo pasar del trapazo ante la embestida morucha de su lote.
Plaza de Madrid. Primera corrida. Más de media entrada.
Novillos: FUENTE YMBRO (2), tan serios como mansos.
Novilleros
GONZALO CABALLERO (6): de celeste y oro. Estocada (silencio). Estocada (saludos).
BORJA JIMENEZ (5):de verde inglés y oro. Cuatro pinchazos y descabello. Un aviso (silencio). Estocada caída y contraria (silencio).
FRANCISCO JOSÉ ESPADA (5):de blanco y oro. Bajonazo (silencio). Estocada (silencio).