"Espero llegar a los 25 años de alternativa y los 50 de edad"
"Me faltan cuatro para eso y si sigo encontrándome así de bien, llegaré", anuncia el diestro
Por:Aplausos/ Íñigo Crespo



"Tengo 46 años, 21 de alternativa en 22 temporadas. Espero poder llegar a los 25 de alternativa y los 50 de edad. Me faltan cuatro para eso y si sigo encontrándome así de bien, llegaré". Son palabras de Manuel Díaz "El Cordobés" pronunciadas durante su última entrevista en APLAUSOS, publicada en el segundo número extraordinario dedicado a los matadores de toros. "A mí quien me mantiene en activo es el público, mientras siga llevando gente a los tendidos y no pierda el carisma que tengo entre el público, puedo estar hasta que me lo proponga porque delante del toro me encuentro fuerte", apostilla el diestro.
En la charla, el torero nacido en Arganda del Rey expone sobre su 2014: "Ha sido un año de transición. En esta profesión hay que estar a las duras y a las maduras y he sabido adaptarme a todo. Hubo años arrolladores y otros como éste en el que me he tenido que acoplar a la reducción de festejos, me ha tenido que tocar echar una mano a muchas empresas que siguen contando conmigo porque saben que El Cordobés sigue siendo una marca y un nombre muy rentable en muchas ferias. Estoy contento por haber sido responsable y además delante del toro he dado la cara".
Entre los momentos felices, el indulto de tres toros en Briviesca, San Roque y Torremolinos. "Fueron tres toros distintos en tres tardes muy emotivas. Para mí ha sido una satisfacción aportar mi granito de arena para lanzar ese mensaje de vida que debemos mandar desde el toreo a la sociedad. Estoy en un momento de mi carrera donde el éxito radica en disfrutar con lo que hago delante de los toros, más allá de torear más o menos. Estoy de vuelta de muchas cosas pero la satisfacción de cuajar un toro es impagable. Ahora mismo recuerdo tardes muy importantes como la de Burgos o la de Palencia que le corté dos orejas a un toro de Albarreal".
Sobre el tirón que sigue manteniendo entre el público, defiende: "La gente viene a ver a El Cordobés porque saben lo que se van a encontrar y yo lo tengo asumido. No es cuestión de objetivos, es cuestión de tener muy presente el concepto de espectáculo. Nadie se lleva sorpresas conmigo y si se la llevan es porque se encuentran que le puedo pegar veinte muletazos por abajo a un toro. En ocasiones, lo he hecho y el público quería otra cosa y se lo he tenido que dar".
"Lo mío es un modelo de vida, un ejercicio de superación constante. Después de tantos años me sigo sorprendiendo a mí mismo de cómo he sabido adaptarme a cada situación que me ha planteado la vida y la profesión y de cómo me sigue aceptando el público y respetando los aficionados", concluye El Cordobés.
En la charla, el torero nacido en Arganda del Rey expone sobre su 2014: "Ha sido un año de transición. En esta profesión hay que estar a las duras y a las maduras y he sabido adaptarme a todo. Hubo años arrolladores y otros como éste en el que me he tenido que acoplar a la reducción de festejos, me ha tenido que tocar echar una mano a muchas empresas que siguen contando conmigo porque saben que El Cordobés sigue siendo una marca y un nombre muy rentable en muchas ferias. Estoy contento por haber sido responsable y además delante del toro he dado la cara".
Entre los momentos felices, el indulto de tres toros en Briviesca, San Roque y Torremolinos. "Fueron tres toros distintos en tres tardes muy emotivas. Para mí ha sido una satisfacción aportar mi granito de arena para lanzar ese mensaje de vida que debemos mandar desde el toreo a la sociedad. Estoy en un momento de mi carrera donde el éxito radica en disfrutar con lo que hago delante de los toros, más allá de torear más o menos. Estoy de vuelta de muchas cosas pero la satisfacción de cuajar un toro es impagable. Ahora mismo recuerdo tardes muy importantes como la de Burgos o la de Palencia que le corté dos orejas a un toro de Albarreal".
Sobre el tirón que sigue manteniendo entre el público, defiende: "La gente viene a ver a El Cordobés porque saben lo que se van a encontrar y yo lo tengo asumido. No es cuestión de objetivos, es cuestión de tener muy presente el concepto de espectáculo. Nadie se lleva sorpresas conmigo y si se la llevan es porque se encuentran que le puedo pegar veinte muletazos por abajo a un toro. En ocasiones, lo he hecho y el público quería otra cosa y se lo he tenido que dar".
"Lo mío es un modelo de vida, un ejercicio de superación constante. Después de tantos años me sigo sorprendiendo a mí mismo de cómo he sabido adaptarme a cada situación que me ha planteado la vida y la profesión y de cómo me sigue aceptando el público y respetando los aficionados", concluye El Cordobés.