martes, 11 de noviembre de 2014

El Barzón Reventado – Toros y Orejas de Regalo en Disloque Ganadero

Saldívar ante un astado de Marrón.
Cada año en cada Temporada Grande aparece la ganadería de Marrón y el resultado gradualmente va a peor cada día más. Y la Afición en consonancia. Seis turnos –perdón, siete- en los que las virtudes más esperadas del toro bravo –otra vez- en apariencia y en esencia brillan… pero por su ausencia. Entre tanto, la terna poco puede hacer y solo las circunstancias de la tarde emiten vapores que confunden la legitimidad de los supuestos triunfos.
PorLuis Eduardo Maya Lora 

Se lee grave, preocupante y así lo es.
Sabrá Dios qué y quién trae al encierro de Marrón este a La México. Con este son cuatro años en que, por una u otra razón, pega el petardo. Pero, sigue andando aun reventado el barzón… como si de una ganadería con el máximo cartel se tratara.
Claro, el taurino con diversos intereses en la Fiesta trata de rescatar mentalmente algo que salve la corrida pero temo decir que no hay de donde. Al primero, con esa presencia tan breve, la sosería, la mirada por encima del palillo y la desesperante falta de casta, no lo salva la observante actuación de Arturo Macías que se entiende con el capote, de recibo en lance y chicuelina, al quite en saltilleras.
Tras el puyazo es claro que el toro trae muy poco y prueba de ello es que el Maestro Alejandro Prado tiene que dar algo más del cuarto de círculo para que este “Duende”, al ver las tablas, apriete peligrosamente al hidrocálido que saluda tras cuarteo torero y deje en evidencia la mansedumbre del astado.
Macías le hace ver mejor a partir de su quietud, de dar al astado en los medios el beneficio de la duda que no merece. De eso trata el toreo, apostar y hacer la chica. De inicio procura dominar y domeñar al astado que frena y se cuela para lograr después dos tandas, sentidas, una por cada lado, en que el astado parece… pero al final no es.
Cuando Arturo tira de su embestida por el izquierdo el toro no progresa, sino frena, queda en nada. Entonces Macías prosigue en extraer en lo corto lo poco que tiene el toro. Por el toreo en redondo es imposible que ha tenido nada dentro, esta ha sido su única oportunidad, capetillina emociona y pases por alto anteceden a estocada en la cruz que solo el puntillero al fallar le deja sin premio, porque lo vale.
Conste que en el sillón de la sala, en lo pintado, esto no se ve… Tampoco se siente. Queda Macías impedido de torear ante el error de echar al negro cuarto como segundo en su lote y regalar el infumable séptimo. Mala suerte, pésima aun la de la Afición.
La corrida queda gafada desde que el puntillero levanta al cárdeno primero.
En el momento que se vislumbra la llegada de Talavante que se gusta en lances y chicuelinas, ésta se rompe cuando el toro se descoordina al chocar con el burladero de Matadores. Rabieta con Valentín Lujan y Alejandro se arrepiente de brindar a la generalidad.
Pudo embestir. Lo que pintaba no madura.
Talavante alarga pese a ciertos momentos buenos y luego se estrella con el terrible quinto que le desarma y exaspera. Perdido con la espada. No me explico de donde salen tantas flores del propio torero para una ganadería que en dos de los últimos cuatro encierros que ha enviado a estrellado al extremeño con la mansedumbre entera.
El berrendo tercero nos muestra el status actual de Arturo Saldívar: enganchado, padeciendo y sufriendo ante un toro con el que hace un tiempo no se habría ahogado en dudas, los pasos para atrás, la mala colocación son muestras de ello. Por tal motivo, cuando llega el manso sexto, Saldívar, tras los dos primeros tercios con el toro geniudo y defendiendo, obtiene un respiro.
Pues el cornudo, modernamente, le deja estar: permite, condona, perdona.
Todo lo que de un toro bravo no se espera.
Los viajes humillados de inicio, alborotados y por las nubes en final, comienzan ante el pase cambiado citando a favor de la querencia y rematado con remanguillero molinete y pase de pecho con la izquierda. Después, en los medios, los derechazos, ante una hermana de la caridad que al componer la figura en el centro de la suerte tumba y desarma a Saldívar que no termina por cuajar al debilísimo toro.
En pleno hartazgo, la gente, que no la Afición, no valora ni la presencia del toro, ni la terrible estocada con la que remata. El solo espadazo es para no premiar pues poco hace Arturo en romper el toreo con la izquierda, se nota forzado, se va antes de acabar el muletazo y sobre todo la obra se contagia con el síndrome del último turno: muchos gritos y alborotos que sacian la necesidad taurina de la emoción.
Doble premio y protestas en monedero electrónico se dan en la vuelta.
Menos mal Talavante tras el regalo de Macías regala un toro de Campo Hermoso tan hermoso como el nombre de su dehesa, tan armonioso como la rítmica de su “Queretano” nombre y tan serio de pitones como tanto lo hemos pedido. Este y no más es el trapío ideal para la Plaza México.
La que da y quita. La que impresiona y asombra.
Así, la única mácula del toro, los kilos sobrantes, le hacen ahogarse. Y aAlejandro, el Grande, gustarse en los lances en una exhibición de ritmo y clase casi de frente, que ilumina la esperanza. Prosigue en la chicuelina y, pese a la pelea fuerte aunque breve en varas, el toro afloja y se queja en banderillas. Le importa a Talavante poco y empieza en temple por bajo y de rodillas, toreando, no dejando pasar, al hilo de las tablas.
Y aunque breve, las buenas obras no necesitan más que la cintura rota, la muñeca en ritmo amplio y la vena de tirar del toro a la cadera, igual en los derechazos que en el imposible temple en circular de su mano izquierda. Cuando “Queretano” quiere frenar por San Juan del Río la muleta de Talavante, sutil toque, casi en tres tiempos, le lleva en cadencia a Amealco, manda hasta Bernal y remata en la mismísima Corregidora.
Del Marqués a Balvanera faena de dos orejas.
La sobredimensión de la arrucina, por Talavante reinventada tras los derechazos y las joselillinas finales, muestran que lo fundamental no es el adorno sino el equilibrio entre lo clásico y el barroco. Faena, decíamos de Marquesado pero remate de Cerro de las Campanas. Ni hablar, por algo el doble premio levanta suspicacias.
Como la autoridad, sin imperio ni gracia. Sin la elemental potestad y menos la capacidad de resolver por sí misma. Menos mal, cada que se le revienta el barzón a la grey, queda la rechifla y Marrón lo sufre a penas en carne propia. Pero el toro, que vuelve del exilio, rompe conspiraciones y hasta sitios. Históricos ambos.
Queretanos como su propio nombre.
Ayer rompe un instante con el de la falta de trapío o la mansedumbre, por ejemplo.
Y que se rompa el barzón, mientras el toro aun de regalo ponga las cosas en su sitio.

RESUMEN DEL FESTEJO.
Plaza México. Temporada Grande 2014-2015. Domingo, Noviembre 9 de 2014. Tercera Corrida de Derecho de Apartado. Más de un tercio de Plaza en tarde fresca de inicio y con mucho frío al final. Cielo despejado con viento durante diversos pasajes de la lidia.
8 Toros, 7 de Marrón (Divisa Verde, Naranja y Marrón) lidiado el séptimo como sobrero. Mal presentados por chicos y desiguales, algunos muy pobres de cara. El cuarto es protestado a su salida. Mansos en lo general, el segundo ilusionó hasta que se estrelló contra el burladero de matadores y quedó completamente afectado. El sexo tuvo nobleza y fijeza aunque mansedumbre y sosería igualmente. Y 1 de Campo Real (Divisa Azul, Naranja y Blanco) Precioso de hechuras retacadísimo en kilos situación que probablemente afectó su Juego, de nombre “Queretano” cárdeno hermoso de seria cara y pitones, con armonía y redondez en sus formas con ideal trapío para la Plaza México. Bravo de inicio aflojó tras puyazo y berreó en banderillas y al inicio del tercio final. Con recorrido y nobleza aunque con poca fuerza
Fatal la Autoridad que preside al premiar con exceso al tercer espada en el sexto turno y confundir en el sobrero octavo al momento de otorgar apéndices.
Arturo Macías (Sangre de Toro y Oro) Saludos desde los Medios, Pitos y Leves Palmas en el de Regalo. Alejandro Talavante (Tabaco y Oro) Silencio, Silencio y Dos Orejas con leves protestas tras aviso. Arturo Saldívar (Verde Bandera y Oro) Silencio tras Aviso y Dos Orejas con protestas.
El segundo espada salió a hombros.
Destacaron a caballo Ignacio Meléndez y José Doblado. SaludaAlejandro Prado tras banderillear al primero de la tarde.