martes, 11 de noviembre de 2014

Ocho con Ocho: ¿Quién pudiera salvarnos? 

Talavante en un momento del festejo ante un toro del lote de Marrón.

Por: Luis Ramón Carazo.

De la corrida del domingo 9 de noviembre de 2014 en La México y antes de hacer una reflexión sobre el concepto ganadero de lo que lidió el hierro de Marrón; quisiera destacar la madurez y ganas de triunfo de Arturo Macías; el temple y el reencuentro triunfal de Arturo Saldívar; así como la imaginación con parsimonia que muestra el cada día más variado torero extremeño de Badajoz Alejandro Talavante. Al final, los dos últimos con 2 trofeos (que por sus fallos con la espada eran inmerecidos) salieron a hombros. Fue muy bueno el toro de Campo Real lidiado por Talavante de regalo, Queretano mostró más codicia y emotividad que el encierro de 7 toros (uno de regalo de Macías) de Marrón.
Mi reflexión va en el sentido de que por más que a muchos taurinos les parezca ideal, a muchos y me incluyo, el toro de concepto light nos parece una lacra, eso sí en el entendido de que cada ganadero es libre de buscar lo que mejor le parezca en el comportamiento y morfología de los astados.
¿Qué se le puede decir a una persona que tanto estimo y respeto como Pepe Marrón, si es su ganadería la que se pone en entredicho, cuando protestaron muchos en la plaza al astado lidiado en cuarto lugar por Arturo Macías? Estoy seguro que Pepe no la debe haber pasado cómoda en el palco que le corresponde, así como cuando también la mayoría de sus animales fueron despedidos entre silbidos por su soso comportamiento. A cambio de eso, el sexto segundo del lote de Arturo Saldívar de gran bondad, lo habrá reconfortado y confirmado que más vale ser requerido por su concepto ganadero por las figuras, que el aparecer como de los que se atreven al comportamiento de mayor transmisión y de codicia, para luego ser tachado de la lista de las llamadas potables y entonces quedarse con los toros en la ganadería sin veedores que la requieran.
Platicamos antes de la corrida con Pepe y me comentó entusiasmado que está trabajando con toros de San Mateo y los de Buendía para conformar sus empadres. El resultado del 9 de noviembre, fue que medio se rescata el primero, el segundo; que fue pésimamente lidiado por la cuadrilla de Talavante y se estrelló para sufrir un cambio de comportamiento cuando había mostrado de capote gran nobleza y el sexto, por su cadencia y noble pero dulzona embestida, carente de acometividad y de codicia. Si eso es lo que pretende para su ganadería está hecho y aunque muchos no concordamos, él seguro supone que va por el camino correcto.
El compendio del toro light en presencia y en comportamiento (bueno y malo) fue lo de Marrón para que al final, salieran en hombros del triunfalista festejo, Saldívar y Talavante quién en octavo lugar lidió una res de regalo de Campo Real de otra morfología y comportamiento que resultó por mucho, el toro de la corrida y que se llevó el rabo prendido en sus despojos y que perdió por su mal oficiar con la espada Talavante, el juez de plaza matador Gilberto Ruiz Torres con los trofeos fue manirroto.
Así no se puede, el trapío de un toro de lidia es el conjunto de rasgos externos, actitudes y reacciones observables a simple vista y existe un riquísimo vocabulario taurino para designar los diferentes aspectos de la morfología y comportamiento; se dice que un toro tiene trapío cuando reúne las cualidades físicas y la presencia necesaria para la lidia, los de Marrón, pasaron de panzazo. Espero que lo ocurrido no sea el prólogo de una gran cantidad de corridas que se viene encima con los toreros mexicanos y españoles que esperamos sean triunfales, pero con un toro serio en el concepto mexicano como sustento.
Los aficionados se alejan de los cosos entre otras cosas por la manera en la que lo tratan y se debe reflexionar en un momento en que lograr tercios de plaza es una hazaña (ni siquiera queda el consuelo de que no importa el trapío para llenarlas). Con su ausencia, algún mensaje tendrían que captar los empresarios de inconformidad, aderezada también con la falta de afición de las nuevas generaciones y la mala situación económica por la que pasa el país y el mundo entero.
Aquello que critiqué, espero que se entienda por bien de un espectáculo que languidece y no se ve por dónde se levante con la gloria de antaño y ciertamente con base en el toro light, no me parece que sea el camino correcto ¿O me equivoco, cómo opinan sus adoradores? A los buenos aficionados dejo la respuesta.