jueves, 4 de junio de 2015

Ocho con Ocho: La gloria y el infierno

OCHO CON OCHO: LA GLORIA Y EL INFIERNO

Por: Luis Ramón Carazo



El suceso taurino a mi modo de entender más rotundo en la Feria de Nuestra Señora de la Salud en Córdoba, España, lo fue el sábado 30 de mayo de 2015 durante la lidia de la corrida de toros de Nuñez del Cuvillo en los que me pareció prevalecía en su físico el tipo de la ganadería de Osborne.
Por la mañana en el sorteo que en España llaman apartado, hubo posibilidad de suspensión por la autorización o no del presidente conocido en México como juez de plaza de la corrida titular. Al final como siempre pasa en el planeta taurino a las 7.30 de la noche con un sol esplendoroso, los matadores Morante de la Puebla. Alejandro Talavante y Finito de Córdoba partieron plaza con una entrada rayando en los diez mil espectadores, equivalente a dos tercios del aforo de la plaza cuya empresa encabeza el licenciado Alberto Baillères, presidente de la FIT.
El momento que etiqueté líneas arriba como suceso, tuvo lugar con el cuarto de la tarde de nombre Labrador un astado negro, musculoso, bajo y corniapretado lo que se dice en el argot de buenas hechuras que si bien no se mató en varas, si cumplió y al tercio final llegó con un galope rítmico, humillación, para embestir con alegría, acometividad, prontitud y cadencia.
Finito con el capote y la muleta, portentoso, tramó una faena particularmente con la izquierda, preciosa, clásica, profunda que bien valió desplazarse de Madrid a Córdoba adónde habíamos sido testigos de una faena superior de Sebastián Castella a un gran toro de Alcurrucén de nombre Jabatillo.
Y mentí pues realmente fueron tres faenas las de Finito con el toroLabrador, por la total negativa del presidente a conceder el indulto que la mayoría de la concurrencia solicitó, al ser testigos de la clase de astado que fue lidiado con primor por Finito y que al final oyó tres avisos para que legalmente el toro se fuera vivo a los chiqueros en España conocidos, en México como corrales.
He aquí el infierno que se le desató al presidente pues por sus pistolas y sin atender el rugido popular, ordenó una y otra vez que el torero nacido en Sabadell, pero habitante de la ciudad de la maravillosa mezquita, ejecutará la suerte suprema cuando el público exigió, se le perdonara la existencia por su balance de bravura y nobleza.
El señor Rodríguez se saltó a lo macho el Reglamento Taurino de Andalucía pues en su artículo sesenta establece que; a) Que sea solicitado mayoritariamente por el público; b) Que lo solicite el diestro a quién haya correspondido la lidia de la res; c) Que muestre conformidad el ganadero o mayoral de la ganadería. Los tres requisitos se cumplieron menos que el presidente actuara en consecuencia por lo que me parece que el homónimo de Manolete no estará mucho tiempo en el puesto.
Finito después del tercer aviso y en franco desacato, ejecutó una estocada entera que le valdrá una sanción, pero dejó la sensación de la belleza del arte efímero que es el toreo, allá el presidente y su conciencia. En particular no soy partidario de los indultos, pero sí uno era merecido, fue el de Labrador y me parece que el presidente no respetó el reglamento como es su obligación.
En este y en otros espacios se pueden informar a detalle de las corridas de Córdoba y Madrid, por lo pronto en el disco duro de la memoria guardaré las dos faenas mencionadas, algunos lances deMorante que con la muleta está toreando más en la línea y menos cargando la suerte como lo hace con el capote, él sabe por qué, habrá que esperar la temporada completa y no por tres actuaciones que lo vi, una en Madrid y dos en Córdoba. La tarde referida él se llevó una oreja y Talavante otra por la variedad en su tauromaquia.
Recuerdos de un viaje inolvidable con mi hermano José Luis Carazo, que aunque dice que no chanela, cada que emite su punto de vista entiende y ama a la tauromaquia profundamente. Un abrazo desde España, voy de regreso.