martes, 27 de enero de 2015

HORACIO CASAS REJONEADOR



Por: Hassan González



Horacio Casas López nace en México, D.F., su afición por los toros y especialmente por los caballos nace cuando veía los entrenamiento y corridas de su tío el rejoneador Antonino López quien después lo enseña a montar y cuando ya sintió que podía, comenzó a poner banderillas al carretón.

Su primera incursión a las plazas de toros fue de muy pequeño, precisamente en una corrida de rejones donde toreaba don Pedro Louceiro.

Horacio Casas se presenta por primea vez a la edad de 19 años con la advertencia de su familia de cumplir con el colegio y con el trabajo o de lo contrario no seguiría montando.

A los 21 años de edad se presenta formalmente en una mano a mano con El rejoneador Francisco Funtanet, toreó alrededor de 40 corridas antes de su alternativa, una carrera de altas y bajas donde pasaba mucho tiempo sin torear.

Entre los rejoneadores con los que alternaba estaban Eduardo Cuevas, Luis Carredano, Antonino López, Pedro Louceiro entre otros.

Entre las experiencias que Horacio Casas tiene con muy buenos recuerdos fue cuando sostuvo un mano a mano con su tío Antonino López en Mazatlán, estando Antonino en muy buen nivel, así como la novillada nocturna que toreó antes de su alternativa en  la Santa María donde después de una gran faena a un novillo falló con el rejón de muerte.

Horacio Casas toma la alternativa un 18 de Septiembre del 2005 en el marco de la Feria de Zacatecas, teniendo como padrino Rodrigo Santos y de testigo a Enrique Fraga, con el toro No.32, un negro listón de nombre “Buena Suerte” de la ganadería de Julián Llaguno, teniendo como resultado la Vuelta al Ruedo.

Horacio Casas opina que en el rejoneo actual se remata más la suerte, las cuadras son más amplias y los terrenos que se tocan son más comprometidos.

Para Horacio torear bien es tener un toro que embista al caballo y el rejoneador lo lleve templado y se le claven los fierros justo a la altura del estribo, el toreo de costado es su suerte favorita porque en ella demuestra la doma del caballo para templar al toro.

Su mejor momento es cuando recibe al toro, ya que hay incertidumbre y el toro sale con todas sus fuerzas.

Para el rejoneo prefiere a los caballos lusitanos y entre las características que Casas busca en un caballo está la elasticidad, la fuerza, que sea valiente y con un corazón enorme.