viernes, 24 de abril de 2015

2a. De feria sanmarqueña...tibio y solitario apéndice para Hermoso de Mendoza

2ª DE FERIA SANMARQUEÑA… TIBIO Y SOLITARIO APÉNDICE PARA HERMOSO DE MENDOZA. 


Por: Pedro Julio Jiménez Villaseñor

“Ya lo dijo Pepe Moros, uno que trafica con cuernos; cuando hay toreros no hay toros y cuando hay toros no hay toreros”…
Segunda tarde del serial San Marcos 2015, tarde calurosa con pasajera y ligerísima lluvia que nos empeoró la temperatura. Entrada media plaza aun así después del segundo astado se contabilizara un cuarto más. Y ya lo dijo Pepe Moros…   
El caballista navarro lidió en primer lugar uno de Santa Bárbara, en lugar del de Julio Delgado, cómo sabemos es un maestro en la monta y así le vimos hoy, desgraciadamente el público ya rechaza su labor, inclusive alcanzamos a escuchar su comentario al solicitar el rejón de muerte… “Aquí no se calientan ni con su viej…”. Después de un pinchazo descordó al astado e injustamente fue abucheado, éste toro merecía el arrastre lento, fue el mejor de la tarde.
Con su segundo, que era de don Fernando de la Mora, vuelta a lo mismo, muy ovacionado por su excelente doma pero sin calar mayormente al tendido por el escaso trapío del burel, sin embargo el rejón con la hoja de peral le dio un apéndice.
Juan Pablo Sánchez se presentó con “Flamenco”, de Campo Real, de 506 kilos, le hemos visto muy firme en su quehacer, valiente y con el temple que lo caracteriza, muy por encima del primer manso. Silencio.
Su segundo, “Cumpleañero”, paró la romana al llegar a los 483 kilos, faena en tablas de mucho mérito, rajado el burel e insistente en su labor cien por ciento derechista, este toro lo brindó a su primo hermano Diego quien mañana viernes se convertirá en matador de toros, saludó desde el tercio.        
“Joaquinillo”, con 476 kilos sobre sus patas lo que más lució fue su mansedumbre y un Arturo Saldívar al que no le bastó su empeño, con el acero un bajonazo para escuchar silencio y fuertes abucheos para quien se iba al destazadero.   
“Suspiro” se llamó su segundo, el que, afortunadamente, daba por terminado el aburrido festejo, pesó 471 kilogramos y la cosa no pasó a mayores, para colmo mal con la espada, silencio y como dijo Pepe Moros… “Cuando hay toreros no hay toros y cuando hay toros no hay toreros”… Hoy fue así, mañana será otro día y esperamos Morante de la Puebla, Octavio García “El Payo”, y quien tomará la alternativa, Diego Sánchez, hijo de Luis Fernando y obvio que sobrino del representante de Espectáculos Taurinos de México, Ricardo, tengan más suerte con los de Los Encinos… ¡Te lo rogamos Señor…!
… Nos Vemos.