sábado, 26 de julio de 2014

Nuevo atentado contra la fiesta brava, ahora fue en Monterrey.


A la fiesta brava le siguen pegando abajo, no los anti taurinos, si no lo propios taurinos, que sin duda a veces son los enemigos más grandes que tiene la fiesta brava.
Ayer una improvisada empresa no midió la consecuencias y se atrevió en asociación con sus protagonistas a lidiar un encierro  impresentable para una plaza de primera categoría.
Muy delicado resultan este tipo de fraudes al aficionado señores, porque si de por sí la gente no asiste a los toros en la Monumental en Monterrey y la afición regiomontana esta en extinción, este tipo de festejos improvisados y de poca categoria solo contribuyen para darle una empujadita más a la puntilla que tiene clavada la fiesta brava en México.
Los días están contados de continuar por el mismo camino.
Atte.
El Guerra.
A continuación la cronica:
LOS TOROS DESLUCEN LA NOCHE.
Por Martín Banda.
Manuel Díaz “El Cordobés” se llevó el reclamo del público, que le protestó lidiar ejemplares anovillados.
La diminuta presencia de los ejemplares de San Pablo deslució la reaparición de Manuel Díaz “El Cordobés”, el plato fuerte del festejo de anoche en la Monumental Monterrey ante unos 3 mil 500 aficionados.
El escaso trapío del ganado originó la molestia de los aficionados, que incluso le dieron la espalda al torero.
“El Cordobés”, contrariado, se preguntó qué había pasado con la afición y por qué ese cambio hacia él.
“¿Qué pasó?, no lo sé, pero me voy contento con el público, agradecido, he dado todo lo que tenía. He podido dar un muletazo con el primero y con el segundo he hecho un gran esfuerzo con él”, dijo el madrileño.
En los tendidos, el ex Gobernador Fernando Canales decidió irse en cuanto vio la presencia del segundo enemigo del peninsular.
Técnicamente Manuel Díaz estuvo bien en sus dos ejemplares, pero la afición no le agradeció su labor en el ruedo en sus dos turnos (silencio y pitos).
Esta vez no hubo oportunidad de verle al hijo de “El Último Califa” sus populares “saltos de la rana” que la afición esperaba.
El triunfador del festejo fue Fermín Spínola (oreja y dos orejas) al estar por encima de las condiciones de sus dos toros, los mejores presentados del festejo a los que mató de sendas estocadas para al final salir a hombros.
El Payo” (palmas y palmas) no tuvo tela de donde cortar en su primero y ante su segundo astado realizó una faena arriesgada, quitándose cornadas del ejemplar, al que finiquitó de dos viajes con la espada.
Gastón Santos y los Forcados de Mazatlán, que ejecutaron una exitosa pega al primer intento, cumplieron una labor aceptable, dando la vuelta al ruedo.
Aficionados dijeron que las autoridades deberían poner cartas en el asunto en futuros festejos y reseñar o en su caso devolver encierros que no cumplan con los requisitos para una plaza de primera categoría.