.A la caza del municipio
para que se declare antitaurino
Doce localidades de Mallorca se han declarado contrarios a las corridas de toros a instancias de Mallorca Sense Sang.
EL MUNDO DE BALEARES
Por:Tolo Payeras
Corresponsal en Palma de Mallorca
Corresponsal en Palma de Mallorca
Desde que el pasado año el Congreso de los Diputados aprobara la Ley que luego ratificó el Senado, de declarar la fiesta de los toros Patrimonio Cultural Inmaterial y de la Humanidad, que blinda la fiesta en todo el territorio español, los antitaurinos de Mallorca han emprendido una campaña en todas las localidades de la isla para convencer a los regidores para que se declaren sus municipios antitaurinos.
La iniciativa es de Animanaturalis en
unión con otras organizaciones políticamente de izquierdas y sobre todo
nacionalistas, que rechazan los festejos taurinos por
ser una tradición española. No es el caso de Animanaturalis que al
menos esta asociación si que trabaja con unas convicciones profundas y
que se deben de respetar; pero del mismo modo ellos
también tienen que aprender a respetar la voluntad de la mayoría del
pueblo mallorquín y español. Estos antitaurinos, unos por convicción y
otros por intereses políticos han creado una plataforma
denominada Mallorca Sense Sang que han ido y siguen recorriendo los
pueblos de Mallorca con mayor o menos fortuna para que sean declarados
en un pleno de los ayuntamientos “Localidad
Antitaurina”.
Desde que Mallorca Sense Sang
emprendió esta campaña, han conseguido que doce pueblos de la isla, sin
ninguna tradición taurina en sus localidades y casi todas
gobernadas por partidos de izquierda hayan sido declarados
antitaurinos. En otros lugares con mayor tradición taurina el tiro les
salió por la culata como por ejemplo en Palma y en Inca, donde no
tan solo en el pleno votaron el año pasado en contra sino que además
David Devis concejal de juventud de Inca, les dio lectura de toda la
historia y tradición taurina de esta isla. Sin
lugar a dudas esta iniciativa desesperada ha sido motivada por el
miedo que tienen en que pueda llegar un empresario a la isla y de nuevo
organizar festejos taurinos en plazas portátiles
homologadas como se hacía desde el principio del siglo XX en las
localidades mallorquinas y sobre todo en los años sesenta y setenta del
siglo pasado que no había pueblo isleño que no celebrara
en sus fiestas patronales una becerrada o novillada sin caballos,
incluso había algunos pueblos que le daban más importancia a los toros
que a las verbenas.
A lo largo de estas últimas semanas he
visto a muchos taurinos preocupados por esta iniciativa de los
antitaurinos y siempre he contestado lo mismo: Es el modo que
se tienen que hacer las cosas, es decir, siempre buscando el modo
legal a sus intereses, lo reprochable es el insulto, las amenazas y la
agresividad como han estado haciendo hasta la fecha. Pero
además en el mundo taurino mallorquín tiene que reinar la
tranquilidad porque lo que ellos ya no pueden solucionar es que los
toros en España entera no estén protegidos por Ley. Declarar una
ciudad o un pueblo antitaurino no tiene ninguna repercusión a nivel
legal para desarrollar la actividad taurina, como en su momento sucedió
en Barcelona, primera ciudad española que se declaró
contraria a los toros y en la Ciudad Condal siguieron muchos años
haciendo una completa temporada en la Monumental de Barcelona. Otra cosa
distinta es lo que llegó luego en Cataluña, que fueron
prohibidos los toros por Ley en el Parlamento Catalán con los votos
de los mismos partidos que hoy buscan la independencia de España.
El tiempo lo pone todo en su sitio y
con los nacionalistas catalanes se sabía de antemano las pretensiones
que tenían, y la prueba más importante es que
descaradamente protegieron tradiciones salvajes en las que se
utilizan toros y nada tienen que ver con los festejos taurinos en el
ruedo. Nadie puede ocultar que a un toro embolado se le
queman los ojos con el fuego que prende de las antorchas que llevan
atadas a los cuernos y esto para los políticos nacionalistas catalanes
debe de ser una fiesta progre y humana ya que declararon
que prohibían los toros por ser una tradición medieval, caduca e
inhumana.
Más o menos como los nacionalistas
catalanes piensas los integrantes de los partidos nacionalistas de
Mallorca, que los mueve todo contra los toros menos la defensa
de los animales. En cuanto a los animalistas la afición mallorquina
les reprocha dos cosas: la agresividad con la que defienden sus ideas y
la mentira para confundir al pueblo mallorquín. Ellos
dicen que el 70 por ciento de mallorquines están contra los toros y
es totalmente al contrario, ponen las cifras al revés según sus propios
intereses. Más de un 40 por ciento de mallorquines les
gustan las corridas de toros, un 30 por ciento ni les gusta ni les
deja de gustar y tan solo un 30 por ciento no les gustan las corridas de
toros, pero ojo, de este grupo tan solo un 15 por
ciento prohibirían los toros.
Sobre este tema esta pasada semana una
televisión local llevó a cabo una encuesta en Algaida con el resultado
que a casi todos los ciudadanos de este pueblo
afirmaron que les gustaban los toros, lamentando que el alcalde se
haya dejado llevar por estas cosas cuando hay tantos temas importantes
que arreglar en el municipio. ¿Qué pasa?...¿Es que
prohibirá el alcalde de Algaida que sus vecinos enciendan el
televisor para ver una corrida de toros? O en su caso ¿ Prohibirá el
alcalde que los vecinos del pueblo asistan a un festejo
taurino en Palma, Muro, Alcúdia o Inca? Creo que sería más sensato
declarar antitaurinos a los componentes del gobierno municipal y no todo
una localidad de la que ellos no tienen ninguna
potestad para hablar de los gustos de sus vecinos.
Además volvemos a las palabras del
senador Sebastián Ruiz que en su momento aclaró a este periódico que
cualquier Ayuntamiento o empresario que desee organizar un
festejo taurino tiene el camino libre por hacerlo y que si la
administración se opusiera tendrán asegurada la protección de los
tribunales que están obligados a proteger los festejos taurinos sin
pretextos. Pongamos por ejemplo y descontado que los consistorios
nunca organizarían un festejo taurino al haberse puesto en contra de
ellos, pero que si un empresario privado tuviera el capricho
de organizar un festejo taurino en cualquiera de los municipios que
se han declarado en contra, nadie por Ley puede oponerse, les guste o no
les guste, como en su momento pasó en Barcelona, pero
ahora con el aliciente que los toros están protegidos por Ley en
toda España, tan solo en Cataluña no se lleva a efecto porque antes hay
que derogar el decreto catalán viene de antes y tan solo
hay que esperar la resolución del Tribunal Constitucional que es el
único que puede resolver y devolver los toros a los catalanes.