Variedad e interés en la vuelta de los pablorromeros a Madrid
Sin cortarse orejas, la corrida de Partido de Resina -de preciosa estampa- fue brava en varas y resultó interesante
Por:Aplausos/ Aleyda Baz
De rodillas a la puerta de chiqueros se fue José María Lázaro a dar la bienvenida al primer Partido de Resina que pisaba Las Ventas tras tres años y medio de ausencia. Una primera lámina. Cuajado, bien hecho. El cárdeno dio juego en el caballo, empujó y fue sin pensárselo, llegando a derribar a Manuel Cordero. Lástima los puyazos traseros. Con la muleta, Lázaro pudo lucirse, torear despacio, principalmente por el derecho. Más complicado fue por el izquierdo, con una embestida rebrincada y menos obediente. Pero encastada, de todas formas. Volvió con la diestra, pero no llegó igual al tendido. Con un punto más de entrega, de querer, Lázaro hubiera conseguido que no se enfriara el ambiente que había calentado anteriormente. Mató de estocada entera, algo trasera, que requirió descabellos. Hubo palmas tras aviso para el torero y ovación en el arrastre para "Cristalero II".
Fue ovacionado de salida el cuarto de la tarde, pero todo fue estampa. José María Lázaro intentó sacarle algún muletazo pero todo quedó en el intento, ya que el Partido de Resina protestaba en los engaños, sin casta y se quedaba cada vez más corto, con la mirada al cielo. El madrileño mató de dos pinchazos y una estocada. Tras el primer pinchazo, Lázaro se dolía de la mano derecha, por lo que pasó a la enfermería para ser examinado.
Ovacionaron de salida al segundo Partido de Resina, otro cárdeno bragado en el tipo de la casa. Sin embargo, poco duraron las palmas, pues no empujó como el primero en el caballo y tampoco embistió igual en la muleta. Pérez Mota, siempre bien colocado, intentó sacar pasajes lucidos, pero ni uno. El cárdeno se quedaba corto, buscaba la taleguilla del gaditano y embestía de forma rebrincada. Ante ese comportamiento, sólo pudo mostrar firmeza Pérez Mota. Faena de mérito que finalizó de estocada entera en buen sitio.
En el quinto, Pérez Mota saludó una ovación con división de opiniones. Tras lucirse el gaditano con el capote, el Partido de Resina dejó una muy buena pelea en varas, gracias también al buen hacer de Francisco Vallejo, que fue ovacionado tras picarlo. Brindó al público Pérez Mota una labor sin continuidad. Con muletazos lucidos, algunos profundos, pero sueltos. Para hilvanarlos, hizo falta una muleta siempre puesta en el hocico y que tirara del animal. Y Pérez Mota lo hizo, pero sólo en ocasiones. Además, mató de estocada caída. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Rubén Pinar pudo lucirse con el capote en el tercero, pero fue un espejismo. Empezó a complicarse el toro en banderillas, cortando el viaje y buscando las tablas, vicio que aumentó en el tercio de muleta. Pinar intentó en varias ocasiones llevarlo a los medios, pero el ejemplar pedía barreras. Algún muletazo lucido extrajo el albaceteño; pues cuando quiso, el Partido de Resina embistió por abajo. Eso sí, siempre que fuera hacia dentro y en las tablas. Igual allí Pinar hubiera podido sacar más. Asimismo, mató de dos pinchazos y una estocada baja.
Miradas, muchas miradas aguantó Rubén Pinar del sexto. Muy reservón y con malas intenciones el otro negro de Partido de Resina. El albaceteño intentó extraerle algún pasaje lucido en diferentes terrenos, pero en ninguno fue posible. Así, decidió machetear y acabar con un pinchazo y media estocada atravesada.
Madrid, 21 de septiembre de 2014. Toros de Partido de Resina, bien presentados, varios ovacionados de salida por su trapío. Encastados primero y quinto, deslucido el segundo, manso el tercero, descastado el cuarto y reservón el sexto. José María Lázaro, palmas tras aviso y silencio; Pérez Mota, silencio y saludos con división de opiniones; y Rubén Pinar, silencio en ambos. Entrada: Un tercio. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del matador de toros Manuel Carra, recientemente fallecido.
PARTE MÉDICO DE JOSÉ MARÍA LÁZARO.- "Herida incisa en dorso del primer dedo de la mano derecha. Pronóstico leve salvo complicaciones. Firmado: Dr. García Padrós".
De rodillas a la puerta de chiqueros se fue José María Lázaro a dar la bienvenida al primer Partido de Resina que pisaba Las Ventas tras tres años y medio de ausencia. Una primera lámina. Cuajado, bien hecho. El cárdeno dio juego en el caballo, empujó y fue sin pensárselo, llegando a derribar a Manuel Cordero. Lástima los puyazos traseros. Con la muleta, Lázaro pudo lucirse, torear despacio, principalmente por el derecho. Más complicado fue por el izquierdo, con una embestida rebrincada y menos obediente. Pero encastada, de todas formas. Volvió con la diestra, pero no llegó igual al tendido. Con un punto más de entrega, de querer, Lázaro hubiera conseguido que no se enfriara el ambiente que había calentado anteriormente. Mató de estocada entera, algo trasera, que requirió descabellos. Hubo palmas tras aviso para el torero y ovación en el arrastre para "Cristalero II".
Fue ovacionado de salida el cuarto de la tarde, pero todo fue estampa. José María Lázaro intentó sacarle algún muletazo pero todo quedó en el intento, ya que el Partido de Resina protestaba en los engaños, sin casta y se quedaba cada vez más corto, con la mirada al cielo. El madrileño mató de dos pinchazos y una estocada. Tras el primer pinchazo, Lázaro se dolía de la mano derecha, por lo que pasó a la enfermería para ser examinado.
Ovacionaron de salida al segundo Partido de Resina, otro cárdeno bragado en el tipo de la casa. Sin embargo, poco duraron las palmas, pues no empujó como el primero en el caballo y tampoco embistió igual en la muleta. Pérez Mota, siempre bien colocado, intentó sacar pasajes lucidos, pero ni uno. El cárdeno se quedaba corto, buscaba la taleguilla del gaditano y embestía de forma rebrincada. Ante ese comportamiento, sólo pudo mostrar firmeza Pérez Mota. Faena de mérito que finalizó de estocada entera en buen sitio.
En el quinto, Pérez Mota saludó una ovación con división de opiniones. Tras lucirse el gaditano con el capote, el Partido de Resina dejó una muy buena pelea en varas, gracias también al buen hacer de Francisco Vallejo, que fue ovacionado tras picarlo. Brindó al público Pérez Mota una labor sin continuidad. Con muletazos lucidos, algunos profundos, pero sueltos. Para hilvanarlos, hizo falta una muleta siempre puesta en el hocico y que tirara del animal. Y Pérez Mota lo hizo, pero sólo en ocasiones. Además, mató de estocada caída. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Rubén Pinar pudo lucirse con el capote en el tercero, pero fue un espejismo. Empezó a complicarse el toro en banderillas, cortando el viaje y buscando las tablas, vicio que aumentó en el tercio de muleta. Pinar intentó en varias ocasiones llevarlo a los medios, pero el ejemplar pedía barreras. Algún muletazo lucido extrajo el albaceteño; pues cuando quiso, el Partido de Resina embistió por abajo. Eso sí, siempre que fuera hacia dentro y en las tablas. Igual allí Pinar hubiera podido sacar más. Asimismo, mató de dos pinchazos y una estocada baja.
Miradas, muchas miradas aguantó Rubén Pinar del sexto. Muy reservón y con malas intenciones el otro negro de Partido de Resina. El albaceteño intentó extraerle algún pasaje lucido en diferentes terrenos, pero en ninguno fue posible. Así, decidió machetear y acabar con un pinchazo y media estocada atravesada.
Madrid, 21 de septiembre de 2014. Toros de Partido de Resina, bien presentados, varios ovacionados de salida por su trapío. Encastados primero y quinto, deslucido el segundo, manso el tercero, descastado el cuarto y reservón el sexto. José María Lázaro, palmas tras aviso y silencio; Pérez Mota, silencio y saludos con división de opiniones; y Rubén Pinar, silencio en ambos. Entrada: Un tercio. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del matador de toros Manuel Carra, recientemente fallecido.
PARTE MÉDICO DE JOSÉ MARÍA LÁZARO.- "Herida incisa en dorso del primer dedo de la mano derecha. Pronóstico leve salvo complicaciones. Firmado: Dr. García Padrós".