El municipio de Manacor también se ha unido a la campaña de los antitaurinos
El alcalde Toni Pastor con los activistas |
Una
vez más han prevalecido los intereses políticos sin importarles para
nada el tema animalista, lo que importa es el juego político.
EL MUNDO DE BALEARES
Por: Tolo Payeras
Corresponsal en Palma de Mallorca
Corresponsal en Palma de Mallorca
Increíble
pero cierto; el municipio de Manacor con su alcalde Toni Pastor se han
decantado por apoyar la campaña de los antitaurinos, entrando una vez
más en juego los intereses y estrategias de los políticos sobre lo que
realmente desea el pueblo.
Con
esta decisión municipal, la afición taurina de Manacor no puede olvidar
que Pastor, que también es diputado autonómico, fue expulsado del PP
tras un claro acercamiento ideológico al nacionalismo, sobre todo cuando
plantó su desacuerdo con su partido en la Ley que eliminaba el
requisito del catalán para poder acceder a un puesto de trabajo en la
administración. En este sentido el diputado y alcalde de Manacor hizo
unas manifestaciones en las que consideraba que no entendía que lo
echaran por defender la lengua de su pueblo, que en su opinión es el
catalán; y también aclaró que consideraba que por ejemplo un policía
local o un administrativo no podía ejercer sin conocimientos de catalán
porque elegir la lengua era un derecho del ciudadano y quienes no la
entienden o no la saben no pueden ejercer en un puesto público.
En
este sentido quedó bien demostrado a través de sus propias
declaraciones del apego de Toni Pastor al catalanismo en detrimento a la
lengua y tradiciones españolas; a su entender un funcionario público
tiene que hablar catalán si o si, porque el derecho es del ciudadano, el
cual, parece que este ya no tiene ninguna obligación en saber hablar el
idioma nacional, o sea, el castellano.
El
problema es que ahora los políticos más allá de sus propios intereses,
se olvidan que el ciudadano también tiene derecho a escoger sus
tradiciones y sus gustos, sobre todo en un espectáculo protegido por Ley
y que fue declarado "Bien de Interés Cultural" en el Parlamento y el
Senado del estado español. Así lo reconoce la plataforma La Economía del
Toro que se creado para defender la fiesta taurina y que cuenta con
importantes personajes del mundo de la cultura, el arte y de las
tradiciones españoles, entre ellas destaca la figura del Premio Nobel de
Literatura, Mario Vargas Llosa que según sus propias palabras "defiende
los toros por mil razones, pero sobre todo porque las corridas de toros
generan empleo a miles y miles de personas en el mundo, gracias a los
toros existen fincas, ganaderías y gente que trabaja alrededor de esta
enorme infraestructura, y por encima de todo, es una fiesta que no debe
nada al Estado, es una fiesta que mantiene la sociedad civil a través
del entusiasmo, con su amor y afición".
Manacor,
no es una localidad precisamente que destaque por su taurinismo, pero
si que cuenta con varias peñas taurinas y al mundo del caballo donde si
que se vienen celebrando concursos y exhibiciones de Doma Vaquera,
especialidad tan ligada al mundo de los toros. Además entre sus vecinos
nació un rejoneador, el primer torero a caballo mallorquín, Pedro
Caldentey. La últimas vez que se celebró una corrida en Manacor fue el 3
de junio de 1979, un cartel que llenó por completo la plaza y que
estaba compuesto por el rejoneador local Pedro Caldentey y los
novilleros Juan Buquerín de Madrid y Bartolomé Payeras El Isleño, que
lidiaron una novillada de Sánchez Cajo. Desde aquella novillada que se
celebró con motivo a las feria de la localidad, nunca más se han vuelto a
celebrar toros en Manacor, sobre todo porque luego entró el decreto que
prohibía los festejos taurinos en plazas portátiles en las Islas
Baleares. Pero esto no es motivo para que el alcalde Toni Pastor y su
grupo municipal desprecien a los aficionados locales.
Por
otro lado La Economía del Toro ha emitido un comunicado que ha
publicado la revista Aplausos en el que se repasan los recientes avances
conseguidos en e mundo de la tauromaquia y que suponen, a la vez,
nuevos retrocesos para los antitaurinos. En la nota se considera un
octubre negro para los antitaurinos sobre todo porque con la Ley de
protección a la fiesta han vuelto los toros en La Coruña con una feria
de dos festejos en los que se congregó a 10.000 espectadores con las dos
tardes, mostrándose una vez más que no era cierto que en Galicia no
hubiera afición a los toros como pretendían demostrar los detractores.
También
es interesante las declaraciones públicas del nuevo líder del PSOE,
Pedro Sánchez en las que ha afirmado que los toros son cultura,
confirmando de este modo que su formación volverá a sus inicios
adoptando una postura más clara y favorable con la fiesta de los toros,
como lo era en los años de Felipe González y Antonio Guerra, habrá que
ver que pasa con Francina Armengol con el giro político de su partido
hacía los toros. Por otro lado La Economía del Toro también destaca que
en la localidad francesa de Dax, un tribunal ha condenado a las
principales organizaciones antitaurinas por los disturbios generados en
la feria de 2013, concretamente la justicia francesa considera de el
CRAC y la fundación de Brigitte Bardot han atentado contra el derecho al
trabajo y a la vez han organizado manifestaciones prohibidas. Las
multas impuestas oscilan entre los 1.500 y los 3.000 euros por persona,
además esta jurisprudencia también podría ser aplicada en procesos
similares que se están siguiendo en Nimes, Vic y otras jurisdicciones
del territorio francés. Hay que recordar que Francia fue el primer
estado en declarar la fiesta como Patrimonio Cultural y es digno de ver
como las autoridades galas protegen a los espectadores en los
alrededores de las plazas de toros, como comprobaron muchos españoles el
año pasado en la corrida de José Tomas. Aquí en España y especialmente
en Mallorca, a pesar de la Ley que protege la fiesta de los toros, los
antitaurinos siguen campeando a sus anchas insultando y ofendiendo a los
aficionados al entrar a las plazas, estos mismos agresores verbales que
ahora trece municipios han acogido en sus propias casas consistoriales.