Fernando Botero: "Mi amor puro por los toros fue lo que me llevó a pintarlos"
El artista colombiano presenta en Nueva York un libro que recoge los 140 óleos y 35 dibujos que ha realizado sobre el toreo
Por Redacción APLAUSOS
El pintor y escultor colombiano Fernando Botero presentó en la Americas Society de Nueva York su libro "Bullfight: Paintings and Works on Paper", una obra que recoge los 140 óleos y 35 dibujos que el artista ha realizado sobre el toreo durante sus más de 60 años de carrera artística.
En declaraciones a los medios, Botero subrayó que fue su "amor puro hacia los toros" el que le llevó a retratar pasajes y protagonistas de la Fiesta, matizando: "Los toros hacen la vida fácil al pintor porque es una actividad que ya de por sí tiene mucho color. El traje de luces del matador, la arena, la barrera, el público... Es un tema maravilloso, le da poesía a la pintura".
"Siempre voy a hacer pinturas de las corridas de toros -aseguró Botero-. Es algo que me ha fascinado toda la vida. Primero, porque tiene todos los elementos que debería haber en una pintura, como son el color, las formas, la composición y el espacio. Pero además, es algo que también implica drama, lo que le da una dimensión más allá".
Asimismo, Botero, que descartó la idea de que el espectáculo taurino tienda a desaparecer -"siempre va a haber alguien a quien su vocación le va a llevar a torear y el público va a estar siempre presente", afirmó-, reveló que su pasión por el toreo precedió su vocación artística, ya que de adolescente ingresó en una Escuela de Tauromaquia y esto le llevó a hacer sus primeras acuarelas, por lo que "a través de los toros" -dijo- llegó su "afición por la pintura".
"Trabajo todos los días -afirmó-, y lo hago por placer, porque no he encontrado nada que me dé más placer que pintar. Es un pequeño éxtasis que uno siente durante horas, el vivir la magia de la pintura, del arte, de la creación. Me siento muy afortunado de tener la profesión más bella del mundo, tal y como dicen los toreros", comentó.
La editorial Glitterati ha apostado de nuevo por publicar una recopilación temática de trabajos de Botero tras el éxito cosechado con "Circus", publicado en 2011 y que recogía la obra del artista dedicada al circo ambulante. Para la editora, no existe riesgo de que la temática taurina pueda ser controvertida para el público norteamericano al tiempo que defiende el valor artístico de la tauromaquia.
En declaraciones a los medios, Botero subrayó que fue su "amor puro hacia los toros" el que le llevó a retratar pasajes y protagonistas de la Fiesta, matizando: "Los toros hacen la vida fácil al pintor porque es una actividad que ya de por sí tiene mucho color. El traje de luces del matador, la arena, la barrera, el público... Es un tema maravilloso, le da poesía a la pintura".
"Siempre voy a hacer pinturas de las corridas de toros -aseguró Botero-. Es algo que me ha fascinado toda la vida. Primero, porque tiene todos los elementos que debería haber en una pintura, como son el color, las formas, la composición y el espacio. Pero además, es algo que también implica drama, lo que le da una dimensión más allá".
Asimismo, Botero, que descartó la idea de que el espectáculo taurino tienda a desaparecer -"siempre va a haber alguien a quien su vocación le va a llevar a torear y el público va a estar siempre presente", afirmó-, reveló que su pasión por el toreo precedió su vocación artística, ya que de adolescente ingresó en una Escuela de Tauromaquia y esto le llevó a hacer sus primeras acuarelas, por lo que "a través de los toros" -dijo- llegó su "afición por la pintura".
"Trabajo todos los días -afirmó-, y lo hago por placer, porque no he encontrado nada que me dé más placer que pintar. Es un pequeño éxtasis que uno siente durante horas, el vivir la magia de la pintura, del arte, de la creación. Me siento muy afortunado de tener la profesión más bella del mundo, tal y como dicen los toreros", comentó.
La editorial Glitterati ha apostado de nuevo por publicar una recopilación temática de trabajos de Botero tras el éxito cosechado con "Circus", publicado en 2011 y que recogía la obra del artista dedicada al circo ambulante. Para la editora, no existe riesgo de que la temática taurina pueda ser controvertida para el público norteamericano al tiempo que defiende el valor artístico de la tauromaquia.