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Publicado por: Nestor A. Giraldo
TRIUNFO ESTERIL DE PETRO… DICE EL ABOGADO LEONARDO MEDINA PATIÑO
TRIUNFO ESTÉRIL
Por: Leonardo Medina Patiño
El doctor Leonardo Medina Patiño, abogado especializado en Derecho Administrativo USB-UPB y Derecho Constitucional de la Universidad Libre y asesor jurídico de la secretaría de Cultura y Turismo de Cali, se refirió así a la decisión del Concejo de Bogotá sobre la consulta anti taurina:
Había procurado no opinar de nuevo sobre temas jurídico-taurinos, dado que me he desestimulado de este mundo que es fantástico y ritualístico pero que los mismos aficionados hacen que se ahuyenten los interesados en el mismo con algunos comportamientos des obligantes. Pero ante los recientes “triunfos” del alcalde de Bogotá con la famosa “consulta popular” para prohibir las corridas de toros, quiero hacer un parte de tranquilidad, desde el punto de vista netamente legal, que por supuesto tiene efectos políticos, máxime para las próximas contiendas electorales.
Debo empezar por referirme a un cuento del hijo del gran Estanislao Zuleta, el escritor “Pepe” Zuleta, que se intitula “La sonrisa trocada”, y que es seguramente lo que le acontecerá a Petro cuando lea el fallo del Tribunal Contencioso-Administrativo de Cundinamarca, sobre el control de legalidad que debe hacer al acuerdo del concejo distrital de Bogotá que aprobó la “consulta popular”.
Los argumentos que tendrá el tribunal son muchos. No los comentaré todos aquí, pero brevemente los enunciaré.
– No puede un concejo distrital, ni ninguna autoridad reunirse para acordar no cumplir una Ley de la República. Esto es, que como existe el reglamento nacional taurino, no es viable jurídicamente que el concejo de Bogotá apruebe una consulta para desconocer la aplicación de esa Ley. Podría configurarse un delito.
– La consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana, que tiene fines legales distintos a los que busca este ejercicio.
– Los resultados de la “consulta” si se llegare a dar, no tiene efecto vinculante
Es así, como en el cuento de Zuleta “la sonrisa trocada”, que la satisfacción de Petro hoy y sus adláteres en el concejo distrital es pasajera, por eso es un triunfo inútil.
TODO NO ESTA PERDIDO… ANTI TAURINOS DEBEN ESPERAR
La batalla perdida en el Concejo de Bogotá por parte de los taurinos al haberse votado por mayoría la consulta con 
relación a las corridas de toros en la capital colombiana, tiene aún una ventana de posibilidades que dejan abrigar probabilidades de derrotar la negligencia, el atropello y la ignominia, liderada por el ex guerrillero convertido en Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro.
relación a las corridas de toros en la capital colombiana, tiene aún una ventana de posibilidades que dejan abrigar probabilidades de derrotar la negligencia, el atropello y la ignominia, liderada por el ex guerrillero convertido en Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro.
No fueron suficientes los conceptos negativos radicados por los concejales Darío Fernando Cepeda y Jorge Duran Silva sobre la inconstitucionalidad del proyecto.
Sin embargo los taurinos con paciencia y confianza en un fallo favorable, esperan la revisión jurídica por parte de los magistrados del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que definirá con sensatez si jurídicamente el proyecto puede enviarse al Consejo Nacional Electoral para que la Registraduría lo ejecute, siempre y cuando el Ministerio de Hacienda allegue los recursos que se estimaron en más de $35 mil millones de pesos.
De acuerdo a lo anterior, la caprichosa, onerosa e ilegal consulta, no tiene piso firme para realizarse en las elecciones del mes de octubre.
EFEMERIDES…HOY HACE 22 AÑOS
Dámaso González indulta a "Gitanillo", un toro de Álvaro Domecq, al que cuajó una gran faena durante una corrida de la Feria de Julio de Valencia, en la que compartía cartel con "Litri" y "Finito de Córdoba".
Aquella corrida que se celebraba en Valencia el 28 de julio de 1993 reunía a un torero veterano que esa temporada había cuajado una importante feria de San Isidro, Dámaso González, y a dos toreros jóvenes que andaban funcionando, Miguel Báez "Litri" y "Finito de Córdoba".
Con el cartel de no hay billetes y la gente divirtiéndose en los tendidos, se fue desarrollando la corrida.
Hasta la salida del cuarto toro, los tres toreros habían estado bien con sus toros, destacando la faena de "Finito de Córdoba" en el tercero, al que toreó con gran cadencia y clase el cordobés y del que cortó una oreja con fuerte petición de la segunda.
Lo mágico del festejo estaba aún por llegar.
Sonaron clarines y timbales y saltó a la arena del coso de la calle de Xátiva, "Gitanillo", marcado con el hierro de Álvaro Domecq, con el número 73 en los costillares, de pelo negro bragado y 485 kilos de peso, aun siendo terciado y el más pequeño de la corrida, lucía un trapío superior que el de sus hermanos.
Ya en el primer tercio el toro dio muestras de su bravura cuando acometía contra los petos, a pesar de que Dámaso y su cuadrilla no lucieran al toro dejándolo de largo.
Pero la faena del torero de Albacete, repleta de temple, sabiduría, mando, planteada en los terrenos precisos y con las alturas justas, sí que hizo lucir la embestida de un toro que después de muchos muletazos seguía persiguiendo la franela del matador del que se rumoreaba aquella iba a ser su última tarde en Valencia.
Los tendidos, que estaban metidos y disfrutado con la labor del torero, de pronto empezaron a pedir el indulto para el astado, Dámaso se percató y con sus miradas al salir de las series de muletazos que siguió ejecutando, ayudó a tomar una decisión a don Óscar Bustos, que presidía la corrida y que sacó el pañuelo naranja para perdonar la muerte del toro escribiendo una página en la historia del toreo moderno.
No se indultaba un toro en una plaza de toros de primera categoría en España, desde 1982 cuandoOrtega Cano indultó en Madrid a "Velador", y este "Gitanillo" se convirtió también en el primer toro indultado en la plaza de Valencia.
Una clamorosa vuelta al ruedo junto al ganadero dio Dámaso González que portaba en sus manos las dos orejas simbólicas que pidieron con fuerza los aficionados.
