PIMPI, EL AMOR AL TORO A LOMOS DE UN CABALLO
“¡Vamos los picadores buenos!”… “Mira qué bonito mi caballo”… Cualquier albaceteño aficionado a los toros que esté leyendo estas frases, no duda de quién es su autor, ‘El Pimpi de Albacete’. Hay muchas personas que intervienen en los festejos taurinos que pasan desapercibidos, como puede ser el dueño de la cuadra de los caballos de picar. Pero ese no es el caso de nuestra tierra, en ‘la chata’ nadie concibe un callejón sin ‘El Pimpi’, ni mucho menos un tercio de varas. Juan Cantos (nuestro Pimpi), fue conocido en todo el panorama nacional por ser uno de los mejores picadores de su época. Lo que los aficionados desconocen es que antes había sido novillero sin caballos y alguacilillo. Muchas plazas y tardes de toros a sus espaldas, pero el sueño desde niño nunca cambió, siempre quiso tener una cuadra de caballos de picar. No solo lo ha conseguido, sino que tiene una de las mejores de España, capaz de lidiar 9 días durante la feria de Albacete sin que se caiga ni un caballo. “Óle los caballos buenos”, como diría El Pimpi.
¿Cómo se prepara un caballo que va a salir a la plaza a picar?
¿Qué cuidados reciben en el día a día estos caballos?
¿Es muy caro mantener una cuadra de caballos de picar?
Cuesta mucho, hoy no se gana dinero con una cuadra de este tipo. Yo porque hago la feria de Albacete, pero aun así me está costando dinero. Una cuadra para defenderse tendría que hacer 90 corridas, y yo el año pasado hice algo más de 30, por lo que saco lo justo del pienso. Sigo por la afición que tengo, igual que mi nieto y la familia.
¿Cómo te surgió la idea de montar una cuadra de caballos de picar?
Desde pequeño quise tener mi cuadra de caballos para picar y de siempre me ha gustado. Pero hoy no se gana, lo primero porque no encuentras caballos, y luego de 30 caballos te salen buenos 4 o 5.
¿Cómo se eligen los caballos para picar el día del festejo?
Yo tengo que tener en la plaza cuatro caballos por corrida, que se pueden repetir los mismos, siempre y cuando no estén herido, ni cojos, ni nada. Tengo que tener cuatro porque el reglamento así lo dicta para plazas de segunda y tercera, y en las de primera son seis. Yo enseño los caballos a las autoridades y a los presidentes, y cuando dan el visto bueno de que están aptos, los picadores eligen por orden de antigüedad y el que cogen es el que pica con esa cuadrilla.
Y ‘Rambo’ era uno de los más elegidos por las cuadrillas.
Rambo fue una estrella de caballo de torear, fue conocido en todo el mundo. Ese animal sacó escuela porque fue un gran caballo, de hecho solo lo tiraron dos veces. Además se enfadaba, el mismo animal roncaba en el suelo del cabreo porque lo habían tirado. Fue un animal muy listo, con mucha fuerza y con una gran nobleza. Lo compré en Puigcerdá (Gerona), lo tenía un hombre sacando pinos y yo le vi cualidades, y le dije que si no me llevaba ese no me llevaba ninguno. Tenía dos años entonces y con tres ya estaba picando en Albacete. No voy a tener, ni va a haber otro como él. Teníamos muchísima complicidad.
De los de ahora, ¿cuáles son los que más te gustan?
De la cuadra el más antiguo es ‘Tribuno’ que es un buen caballo. De los nuevos me gustan ‘Jabato’, ‘Gitano’, ‘El Bola’, y a ‘El Pimpi’ le hemos visto un caballo con raza.
Mucha gente no sabe que tus pasos en el mundo del toro empezaron como novillero sin caballos.
Yo me crié muy cerca de la familia de los Montero y nos íbamos a la ganadería de Daniel Ruiz, allí empecé que me dijeron que tentara una becerra y lo hice. Llegué a torear en Albacete una becerrada concurso, pero cuando vi el novillo no me estaba quieto y dije que eso no era para mí. Entonces el pobre maestro Juan Montero me dijo que lo que yo tenía que hacerme era picador, y ahí fueron mis inicios. Mi gran afición siempre ha sido el caballo.
Y también fuiste alguacilillo…
Fui el alguacilillo más joven del mundo. Eso fue con la empresa Jumillano y fui el primero que salió en Albacete vestido de alguacilillo. Aquí se indultó un toro de Conde de la Corte y estaba toreando Miguelín y no hacía caso de que se indultaba, entonces yo hasta salté para decirle que no lo matara.
Durante muchos años has sido picador. ¿A qué toreros has acompañado?
De Albacete he ido con todos, he llegado a picar hasta con Pedro Martínez ‘Pedrés’. Con él piqué un festival en Toledo, y ese día me dijo que iba a ser un buen picador porque tenía mucho valor. Cuando se retiró Dámaso González, estuve con Manuel Caballero, y de hecho yo le piqué el toro de la alternativa. Con él estuve dos años de novillero y uno de matador de toros. Entonces reapareció Dámaso y me fui otra vez con él. Cuando se volvió a retirar, estuve un año con Luis Francisco Esplá, que ha sido uno de los matadores que mejor ha lidiado porque ha consultado siempre con el picador a caballo tenía, y además siempre acompañaba, es el único matador de toros que acompaña al picador desde que acaba hasta que entra dentro. Se puede decir que es un director de lidia de los buenos. Ese me ha puesto los toros muy lejos. En Sevilla con una de Guardiola, me lo puso tan lejos que le dije: “matador no me lo pongas tan largo que me da tiempo a bajarme e irme”. He llegado a picar hasta en Lisboa y caerme hasta tres veces un 15 de agosto porque los caballos no eran adecuados porque allí son verdaderas corridas de toros. De hecho fue la única corrida que se picó.
Con el que más años has estado ha sido con Dámaso. ¿Qué ha sido el maestro para ti?
Dámaso para mí ha sido algo más que mi maestro. Yo he sido parte de su familia y él de la mía. Ha sido un maestro dentro de la plaza y fuera de ella. Él dice que hay que ser persona antes que profesional, y es como él ha sido. Es una persona muy buena, de los que hay pocos.
¿Cuáles han sido y son para ti los mejores picadores?
Aurelio García y Juan Mario García han sido de los mejores picadores. Enrique Salas ‘Salitas’ también fue muy bueno. Paquito Atiénzar es el picador más seguro que he visto. De hoy en día hay picadores muy jóvenes que lo hacen muy bien como los Saavedras, los Quinta…
Si te hablo de una faena de muleta, ¿cuál es la primera que se te viene a la cabeza?
Recuerdo una de Dámaso González a un toro de Samuel Flores en una corrida de Asprona que armo un lío. Salió el toro que no humillaba, por la hombrera de Dámaso. Se fue y lo saco al medio y le hizo una faena muy grande.
¿Qué hace tan especial a Albacete?
La seriedad del toro. Aquí hemos tenido presidentes muy buenos, que son aficionados, también muy buenos veterinarios, tenemos una provincia que es muy buena y la afición muy buena también. Lo que hace falta es atenderla mejor. En Albacete también ha habido muy buenos empresarios. Lo único que veo es que si no ponen a los toreros de Albacete en nuestra plaza, ¿dónde queremos que los pongan?. Aquí deberían torear los de Albacete con ganaderías buenas o con figuras.
El mejor sucesor para ‘El Pimpi’, su nieto
Óscar Cantos, nieto de ‘El Pimpi,’ ha crecido rodeado de caballos de picar y desde muy pequeño ha admirado la fiesta de los toros, como quería su abuelo. Esa afición ha hecho que siga sus pasos y que hoy en día sea el encargado de la cuadra de caballos. Disfruta con su trabajo y tiene claro que luchará porque la cuadra siga creciendo para que su maestro se sienta orgulloso de sus caballos.
¿Cómo decides seguir los pasos de tu abuelo?
A mí desde pequeño siempre me han gustado mucho los caballos, siempre he estado con mi abuelo, cuando era picador me iba con él a entrenar y ya cuando se retiró empecé de monosabio y comencé a vestir a los caballos poco a poco.
¿Cuál es tu trabajo en la cuadra?
Mi trabajo diario comienza temprano limpiando a los caballos y luego montando y domando a los caballos nuevos.
¿Veremos alguna novedad de caballos nuevos este año en la plaza de Albacete?
Este año tenemos nuevos ‘El Bola’, que el año pasado toreó una novillada en Utiel y este año ya los tenemos para las corridas de toros. ‘El Pimpi’, que ya vamos a empezar a tentar con él, y luego esta ‘Rivas’ que lo compramos en Salamanca y esta en la ganadería de El Pilar. Hay otro que ya es de corrida de toros pero que lo hemos mandado a Salamanca que es ‘Morante’.
¿Cuál es tu ojito derecho?
A mí el que más me gusta es ‘Morante’, le tengo mucha fe a ese caballo.
¿Cuánto pesan los caballos de picar?
Los caballos tienen un máximo de peso por reglamento de 650 kilos y es el peso más o menos que tienen los nuestros.
¿Adelgazan mucho durante los festejos?
Un caballo de estos en una tarde de toros puede llegar a perder unos 30 kg con una tarde de calor por todo que llevan encima, el estrés que pasan, ese día comen muy poco…
Sorprende lo listos que son.
Son muy listos. Cuando empecé y se caían en la plaza me asustaba porque se hacen los muertos, y yo creía que les había pasado algo.
El trabajo luego tiene su recompensa. La pasada feria no tiraron ni a un caballo.
Ha sido todo un éxito porque los caballos han estado sensacional y no ha habido ninguna caída. Es muy bonito que nos pase esto en Albacete.
¿A qué aspiras como sucesor de tu abuelo?
La afición que tiene me la ha contagiado total. Yo tengo muchas ganas de que esto vaya para delante y vayamos creciendo cada vez toreando más y teniendo mejores caballos y que se pueda sentir orgulloso de la cuadra que el tiene y que ahora llevo yo. Lo qiue quiero es que disfrute mucho.
Fuente:eldigitaldealbacete.com