Por: Xavier Toscano G. de Quevedo
Es imposible, sería una gran negligencia para la tauromaquia universal, no hablar del Espectáculo Taurino que está profundamente arraigado en la historia de Francia, de sus aficionados que viven con profundo respeto y admiración la Fiesta Brava, y es obvio que el tema central es Nimes, su tradicional Feria de La Vendimia, pero igual ponderamos a otras ciudades como: Arles, Bayona, Dax, Beziers, Mont de Marsan, Ceret, y muchas más, porque recodemos que en el país galo existen más de 70 recintos taurómacos.
Han transcurrido más de dos mil años y continúa majestuosamente erguido el Coliseo Romano de Nimes, el que XX siglos atrás, era escenario de distracción para los romanos que tenían conquistado el territorio de los galos, en los cuales iban dejando el testimonio de su poder y grandes ¡Que fastuoso escenario! ¡Cómo me gustaría recrear en mi imaginación los acontecimientos y representaciones que en él se organizaban para el entretenimiento y distracción de los Cónsules y las Legiones de Roma que ahí acudían! Pero el tiempo, generoso en muchas ocasiones, nos ha permitido ver y disfrutar de ésta maravilla que nos ha legado la grandeza de Roma.
Hoy los Cónsules y las Legiones Romanas, son un público desbordado de afición venido de todos los rincones del mundo que acuden a la ciudad de Nimes, atraídos por la magia y el esplendor que conlleva el Espectáculo Taurino, y que se vive dentro del Coliseo, hoy bautizado como Las Arenas de Nimes, así como han asistido por muchos años atrás al llamado de las Corridas de Toros, siempre con el entusiasmo y la solemnidad que el pueblo francés guarda para éste espectáculo.
Antes de hablar de la interesantísima corrida que degustamos el pasado día sábado 19, y que formó parte de los carteles que el empresario Simón Casas, programó para ésta Feria de la Vendimia, considero importante que recordemos el festejo que se realizó un domingo 16 de septiembre del 2012, en el que José Tomás –ese hombre privilegiado de Dios– dejaba plasmados para la perpetuidad en los muros del Coliseo, las imborrables imágenes de seis faenas colmadas de energía, plasticidad y grandeza. Hoy tres años después del mismo modo podemos hablar de la magia y sabiduría de la primera figura del toreo mundial, el valenciano Enrique Ponce, y de la ratificación de un joven peruano, que está llamado a ser, un grande entre los grandes, Andrés Roca Rey.
La figura non de los toreros Enrique Ponce, le cedió el primer toro de la tarde de la ganadería de Victoriano del Río al joven “toricantano”Andrés Roca Rey, convirtiéndolo así, en matador de toros. Era el cartel más importante de la feria, y en El Coliseo Romano los Cónsules del Siglo XXI presenciaban una tarde memorable, Ponce que sufrió una seria lesión –en el aductor derecho– impartió una vez más lecciones de su inagotable y excepcional tauromaquia, cortando tres orejas de los descastados e inválidos bureles de Victoriano. Y el nuevo matador peruano –centro de atracción de ésta feria– demostraba al mundo entero su capacidad y dimensión que seguramente lo catapultará a las alturas que únicamente consiguen los privilegiados de Dios. ¡Qué tarde! con toreros como ellos: Enrique Ponce, J. Bautista y el peruano Andrés Roca Rey, el Espectáculo Taurino alcanza dimensiones incalculables, ya todos lo saben, las imágenes del festejo las han visto en todas las latitudes del universo taurino, es una tarde para verla muchas veces más, analizarla y disfrutarla, pero lo más importante será adentrarse en las lecciones que dictó el maestro valenciano, agradecer la disposición de Juan Bautista, y vislumbrar el nacimiento de un torero dispuesto a comerse el mundo.
Durante la feria también estuvieron tres de nuestros toreros nacional; el jueves 17 –inauguración de la feria– actuó el hidrocálidoLeo Valadez, que no consiguió ofrecer una buena tarde. Al día siguiente, viernes 18 un cartel con visos de incredulidad, porque en él se anunciaban a Joselito Adame y Octavio García “El Payo” ¿dos mexicanos en el cartel? Sí, ¡Porqué no! –nicamente en nuestro país continúan “los rectores de la fiesta” mostrando su falta de talento y enorme inseguridad– “El Payo” confirmó su alternativa, sin mostrar nada relevante, y Joselito –raro en él– no estuvo acertado con el acero.
¡Qué compromiso para los toreros el haber estado en Nimes! El Coliseo hoy nombrado “Las Arénes”, es un lujo histórico –patrimonio cultural de la humanidad– que Francia ofrece hoy para que en él, se lleve a cabo, la realización de la hermosísima e inigualable Fiesta de los Toros, con un toque de elegancia y señorío incuestionable. No se ha podido precisar con exactitud la época de su construcción, aunque existen algunos estudios que hablan que éste egregio anfiteatro romano, fue edificado por ordenanza del Emperador Augusto en los inicio de su imperio. Pero inequívocamente siempre afirmaremos: ¡Qué es un lujo estar en él! de igual forma para los toreros que ahí se presente, así como también para los aficionados que acudan a sus históricas gradas.
Felicidades a Francia por el respeto y la protección al Espectáculo Taurino, por sus plazas y sus admirables aficionados, y por todos los toreros que con gallardía ahí acuden como: Ponce, El Juli, Castella, José María Manzanares, López Simón y Andrés Roca Rey, que son el soporte de las columnas que le dan solidez a nuestra fiesta. Son ellos privilegiados que con seriedad, categoría y mucho sacrificio van conquistando para la perpetuidad, la gloria y la inmortalidad en éste misterioso, sorprendente y mágico mundo que es la Fiesta Brava, que existe y vive únicamente gracias a la presencia del eje central y único del Espectáculo; su Majestad el Toro Bravo.
Enviado por De Sol y Sombra
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