sábado, 12 de septiembre de 2015

Pepe Luis, Curro y sanseacabó

PEPE LUIS, CURRO Y SANSEACABÓ

Por Antonio Burgos.



He contado muchas veces, y no quiero hacerme pesado con la ejemplar historia (tan metafórica y socorrida como la de Caracol el del Bulto con la locomotora en Atocha) lo de aquel torero que terminó en bufo, El Maravilloso, que decía que no triunfaba porque Juan Belmonte no quería que le hiciera sombra y que, por fin, se vio anunciado en una nocturna en la plaza de Sevilla. Con la mala suerte de que la nocturna era el sábado 18 de julio de 1936. Y cuando El Maravilloso oyó los primeros tiros del Alzamiento militar, dijo muy convencido:
—¡Hay que ver la que ha liado Belmonte para que yo no toree esta noche en Sevilla!
Me he acordado de El Maravilloso cuando he leído a Fernando Carrasco que el Ayuntamiento que gobierna Juan Espadas gracias a los cinco votos emprestados (que a los sevillanos nos van a salir carísimos) de los concejales de la ultraizquierda, ha decidido suprimir el Premio Taurino que hasta ahora se le había concedido a dos muchachos que están empezando y que prometen mucho: a un talPepe Luis Vázquez y a un tal Curro Romero. ¿Ha decidido eso Espadas por su cuenta, por imposición de su partido o por chantaje de los que le dieron el bastón y el sillón, o sea, de la IU de «Rojo Sevillano» y la ultraizquierda de «Participa Sevilla», que es el Hacendado o Bosque Verde de Podemos, su marca blanca, y que van de antitaurinos por la vida hasta en Sevilla? El tal «Rojo Sevillano» ha dicho en una entrevista que lleva permanentemente en el bolsillo, como un arma no sé si de defensa o de ataque, una fotocopia del papel que firmaron IU y el PSOE para hacer alcalde a Espadas, arrebatando junto con Podemos el sillón al más votado, que fue Zoido. Me pega más que la imposición al Rehén Espadas haya sido de los de Podemos, abiertamente antitaurinos, cuyo concejal Julián Moreno hasta se cachondeó de Rivera Ordóñez cuando un toro le pegó un cornalón en Huesca este verano.
Sea como fuere, no habrá más Premio Taurino del Ayuntamiento. Y como quiera que pedí que en su tercera edición se lo dieran a Julio Pérez «Vito», decano de los matadores de toros, que este año cumple felizmente 90 años, al leer la noticia me metí a Maravilloso y dije:
—¡Hay que ver la que ha liado Espadas para que El Vito se quede sin el Premio Taurino de su Sevilla!
O a lo mejor es que en su perfil bajo de no significarse mucho antes de las generales, Espadas, que es bético confeso, es también currista de la secreta, y a la hora de olisquear los posibles candidatos a la tercera edición del premio, se ha dicho, usando el término que hizo famoso el Faraón:
—Nada, nada, el Premio Taurino del Ayuntamiento se queda para Pepe Luis y Curro, y Sanseacabó.
Porque no creo que la imposición de Podemos y de IU sea tan fuerte como para que el Rehén Espadas deshaga no el manto de Penélope (Cruz), sino el capote de paseo taurino que para el Ayuntamiento bordaron Monteseirín y Zoido. Monteseirín declaró a Sevilla como Capital del Toreo y a la Tauromaquia como una de las Fiestas Mayores y Bien de Interés Cultural. Y puso al pundonoroso Dávila Miura como imagen de esta Sevilla Torera. En la que luego Zoido creó el Premio Taurino. Que no le cuesta al Ayuntamiento un duro: es «sin trincá», más que una estatuilla «pan-cimar-televisó».
Acepto el pulpo como animal de compañía, ya que estos señores no quieren proclamar al Toro como símbolo de Sevilla. Pero les pido por lo menos cuarto y mitad de coherencia. ¿No aplicaron el «numerus clausus» a la procesión de la Virgen de los Reyes, para que sólo fuera un puñaíto de concejales? Pues que lo apliquen, pero al cien por cien, al palco de convite que el Ayuntamiento tiene en la plaza de los toros, donde los concejales van de gañote, de valvulina, de zotal, de gorra. Los que suprimen el Premio Taurino lo menos que pueden hacer ahora es que renuncien al palco de convite que les regalan para ir a los toros de gañote. Porque ya sabe usted mi máxima: si en Sevilla no vas de balde a los toros, ni eres autoridad ni eres nadie.
Pepe Luis, Curro Y Sanseacabó – ABC de Sevilla