domingo, 31 de agosto de 2014

Bogotá: Libertad, Libertad. Toros sí, Petro no.


De SOL y SOMBRA.
3 y 30 de la tarde en punto, himno de la República de Colombia, tiempo soleado, mucho público y una banda iniciando el compromiso con un pasodoble de esos con los que se hace el paseíllo y en la tarima el maestro César Rincón, al lado de los matadores Jorge Herrera, Víctor Vásquez, Jairo Antonio Castro, Gitanillo de América, Nelson Segura, César Camacho, Pepe Manrique, Héctor José, Juan Solanilla, Santiago Naranjo, las cuadrillas completas con Jaime Devia, El Piña, Hernando Franco “El Popis”, los ganaderos Darío Restrepo, Carlos Barbero, Julio Jiménez, Rafael Moscoso, Francisco Páez y el nuevo propietario de “El Encenillo” Sergio Castro. Todos los elementos escénicos de una corrida en la plaza más importante del país, la Santamaría de Bogotá, un pequeño detalle con respecto a la realidad, no estaban en el ruedo para jugarse la vida, estábamos frente a la calle donde se roban los sueños.
Se gritó ¡Libertad, Libertad, Libertad! Frente a los atropellos de un Alcalde que no ha entendido que su mandato no lo rigen sus caprichos y malquerencias.
Hubo un sentido reconocimiento y gran ovación a los nueve novilleros que adelantan la huelga de hambre en las puertas de la Santamaría. César Rincón dijo “éstos muchachos son unos valientes que  nos dan ejemplo a todos y nos estimulan a continuar con esta lucha y no renunciar nunca”.
Habló el periodista Iván Parra, quien dio paso a los novilleros, uno a uno los que están en la huelga para que recibieran una ovación y el sociólogo Alfredo Molano, quien manifestó que el Señor Petro es caprichoso, politiquero y populista.
La presencia de varios periodistas y escritores como Germán Castro Caicedo, Antonio Caballero, el empresarios Felipe Negret, el secretario técnico de la Corporación Taurina de Bogotá Harold Roderos y los más destacados miembros de las peñas taurinas de la capital, fueron un gran estímulo y aliento para los novilleros que resisten estoicamente.
Fue un mitin con altura, culto, alegre y respetuoso, sin piedra, sin gases lacrimógenos, sin la presencia del ESMAD de la policía, como son todas las cosas del colectivo taurino….y esto continua.