LA SUBIDA AL CIELO-FAENA GRANDE DE RAFAEL SERNA EN SU DEBUT CAPITALINO
a cintura quebrada y la barbilla hundida en el derechazo de Rafael Serna. Foto:Miriam Cardona |
La Plaza México se restaura, de golpe y porrazo, gracias al novillo y al toreo serio, a la afición paciente y temple, seriedad y serenidad del debutante sevillano, Rafael Serna. Nuevo en esta Plaza ha sacado lo mejor del mejor aunque tardo novillo garfeño y del inicialmente manso sobrero de D’Guadiana. En medio de un encierro con posibilidades Zavala y Lagravere quedan marginados mostrando todos los vicios taurinos de la mayoría de los actuales novilleros.
Por: Luis Eduardo Maya Lora – De SOL Y SOMBRA. Foto: Miriam Cardona.
Solo pedimos, para La México, septuagenaria y generosa Madre taurina, un novillo como el tercero. Sin un pero o un pelo que alzarle sin un pedazo de duda en su trapío, muestra que cuando La México se lo propone puede más y mejor que ninguna. Que por algo ha sido siempre Monumental.
Y lo sigue siendo. Cuando lo quiere ser.
Para la séptima, la de la buena suerte, lidia por segunda ocasión en el Ciclo el encaste Garfias, vía De Santiago, que como debe ser y corresponde a sus hechuras, los mejores no fallan a la Afición ni traicionan los colores de la divisa. Por el contrario. El tercero, su bellísima estampa de arrogancia vestida de capa negra y lustrosa, la altivez de sus altas agujas y empelotado morrillo, lo fino de sus astas y lo hermoso de su expresión, queda para la historia gracias a la lidia brindada por Rafael Serna, el sevillano hasta ayer desconocido para la Afición.
Nuevo en esta Plaza, viste la seda en grana y al oro, reviste de la difícil facilidad y cualidad de la serenidad de pensamiento al toro y a su planta pese a que la soleada y hermosa tarde se nubla amenazando tras el reloj donde cárdenas viajeras inquietan.
Rafael Serna.
Y al nombrado “Capirote” brinda suavidad, sosiego y otro tiempo desde su saludo capotero. El primer lance es muestra.
Diría el Lic. Alemán Velasco que en la política se requiere “paciencia, constancia y, sobre todo, circunstancia”, no digamos al torear. El debutante, trae consigo otro ritmo, a lo mejor desconcertante ante la muy notoria tardanza del astado que pajarea de inicio, rasca y se lo piensa eternidad ante el caballo. El público de La México, aun acostumbrado a la lentitud, comienza a entrar al tempo largo dictado por el novillero.
Que tras observar el puyazo muy medido y bien ejecutado aguanta lo suficiente para justo en el momento que indica activar la máquina, citar por chicuelinas y consumarlas para que “Capirote” descubra su real condición, la bravura, para que no tire el ancla y detenga su embate, en la rebolera se recrea, manda e impone el trazo.
La multitud le ovaciona. Con justeza.
Y recrimina justicieramente a las cuadrillas en su incapacidad ya de banderillear, ordenar o bregar al esperanzador pero tardo novillo. El único tranquilo, en pleno reposo, es el espada en turno. Y no vacila, ni comete la tontería de irse a los medios a pendulear o pegar el arrimón a toro arrancado. No, su mente le indica que es necesario imponerse por bajo, lograr que “Capirote” arranque, en la distancia exacta, y no pare con el orden que dicte su muleta des la puerta de caballos hasta los medios de la Plaza.
El cambio de mano por bajo previo al de pecho es ya una pintura. De cartel.
Y a campo abierto, con el novillo que no termina por entregarse de inicio en el cite ni en el centro de la suerte, Serna dibuja el derechazo inicial con cierta reminiscencia valenciana. Corre la mano largo, sin estorbar la distancia sino encontrándola para ligar el martinete, innecesario, y pegar tras molinete el de pecho.
Las dos siguientes tandas de derechazos, enrevesadas con una pausa magistral de torero ya hecho, son amplias de majestad y soberbias por lo bien logradas, en la última se recrea a la media altura y se adorna previo al remate y al necesario cambio de mano a la zurda.
Pena que el novillo sea tan tardo.
Pero su fijeza hace que vuelva ahora por la izquierda. Serna se gusta al natural consigue que la claridad prosiga y la faena decante pese al declive de la embestida, nueva tanda natural cerrada por bajo ponen al toro servido para la muerte que el sevillano, tras adornos medidos y alternados, consuma en estocada entera, trasera y algo caída en los medios.
Bien negada la segunda oreja y discutible el homenaje porque si no es por el torero, “Capirote” se va inédito. Vuelta aclamadísima.
Nos queda claro.
Más viendo a Zavala y Lagrevere.
Al poblano le pesa La México y le ganan las prisas. Alborota la cabeza del salinero primero que pide suavidad. No se la da y pierde los papeles con la espada. Tal como con el cuarto una alimaña que le hace ver su suerte.
Y los Hermanos Lagrevere pueden ya presumir de haber dejado cada uno, un novillo con posibilidades en sus respectivas presentaciones en México. El líder del escalafón, André, se presenta ayer con el paso atrás. Ante un novillo, parecido en tipo, parecido en juego, al primero de Nicolás Gutiérrez que salta al callejón y que se va crudo.
Listeza tiene el yucateco pero entendederas taurinas le faltan.
No digamos más.
Desarmes, falta de quietud y demás tropelías, como en la manoletina, nos quitan espacio para describir la estela de expectación que provoca la decisión, claro, tranquila, paso a paso y sin aspaviento, de Rafael Serna de irse a los y medios de rodillas frente al toril previo a salir el sexto que es D’Guadiana. Ya nos lo decía el viernes en el “Taurinísimo” semanal el Ing. Valente Arellano Flores: “le doy mi enhorabuena a Guadiana porque sus toros embisten como si aun estuviera Don Jesús Cabrera.”
Pero hay reservas, la semana entorilado pesa además su pitón izquierdo apunta trae respeto.
Su reacción en el ruedo es contraria a la ilusión de la mayoría que espera dos eternos turnos a ver de nuevo al debutante. Mientras espera, los nubarrones, como si Zavala y Lagravere y sus dos novillos se confabularan, para desatar el vendaval y poner gris el cielo, justo cuando es un triunfo someter al novillo con el capote, Serna consigue que le piquen con exactitud y espera años para que el viento ceda y entonces citar al novillo.
El quite por tafalleras es fundamental, hace que el novillo agarre aire, vaya largo y no frene, toma la distancia y remata lucido, la mandona rebolera, cerrando el torero quite.
Lo demás, pese a nueva intervención terrible de las cuadrillas es ejecutar su aun joven aprendizaje. Vaya manera, en los naturales, de aguantar y de hacer pasar en momento clave y definitive que hace romper al novillo. Un novillero de apenas debutar en caballos hace descubrir el fondo al burel D’Guadiana tras nuevos doblones de inmejorable y poderoso efecto, llegar a la segunda raya y correr la mano, ahora sí, con personalísimo sello y empaque, bajando la mano y templando más.
Si la primera faena es grande esta, pese al viento, ha tenido sabor. Ni que decir del cierre de trasteo, la cabeza funciona, el corazón late y el cuerpo es libre.
Pena que la espada encuentra hueso.
No sabemos, con las decisiones que hoy se toman en el toreo, cuando volveremos a ver a Rafael Serna pese a las dos grandes faenas. La triunfal vuelta en el sexto hace patente que urge ver a los tres triunfadores en La México.
¡Ya!
Pero si acaso este es un grito en el desierto lo seguiremos dando.
Aun si el cielo está cárdeno.
Siempre el toreo bueno nos deja ver, tal como ayer durante el sexto, un pedazo de claro cielo.
Nuestra eterna esperanza.
Tengamos, pues, la paciencia de Rafael Serna.
Twitter: @CaballoNegroII.
RESUMEN DEL FESTEJO.
Plaza México. Temporada de Novilladas 2015. Domingo, Agosto 16. Séptimo festejo de Temporada Chica. Menos de un cuarto de Plaza en tarde de clima cambiante, con tres turnos de sol y otros tantos de llovizna, nubarrones grises y mucho viento molesto
6 Novillos, 5 de De Santiago (Divisa Rojo y Oro) Dispareja de presencia aparentemente en puntas todos. Preciosos los lidiados en tercero y quinto lugar, con emoción en lo general salvo el cuarto que no ha servido en nada. El primero muy feo de cabeza, salinero, tuvo recorrido en la muleta pese al cabeceo. Salta la barrera de salida el manso pero encastado el segundo y pese a lo tardo y rascar la arena de buen juego el tercero “Capirote” nombrado número 137 con 418 kgs., negro bragado homenajeado con el Arrastre Lento; 1 de D’ Guadiana (Divisa Rosa, Blanco y Verde) el primero para rejones, chico aunque con emoción en su embestida no obstante lo manso.
José Zavala (Grana y Azabache) División y Pitos. André Lagravere(Burdeos y Oro) División y Silencio tras Aviso. Rafael Serna (Grana y Oro) Oreja con petición de la Segunda y Vuelta Aclamada.
Primero y Segundo espadas nuevos en esta Plaza.
Mal la Autoridad al no recordar a Manolo Martínez en el XIX Aniversario de su fallecimiento.
De nuevo las cuadrillas en banderillas en diversos turnos y con el capote terriblemente enganchados. Buen quite de Diego Martínez durante el tercio de banderillas del tercero.
Enviado por De Sol y Sombra
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