COMO SE HIZO TORERO LORENZO GARZA… FINAL.
Por: Pedro Julio Jiménez Villaseñor
Garza piensa que tiene que ser torero, que tiene que rodear a su madrecita de comodidades. Regresa a México.
Encuentra un apoyo fuerte, que forza la puerta de “El Toreo”; el Coronel Eduardo Garza y Garza, quien lo ayuda también un poco de manera económica.
1931…Se presenta Lorenzo Garza en “El Toreo”.
3 de mayo… Caídas frente al toro, porque padece una enfermedad que lo debilita.
Hay necesidad de un apoderado. Es elegido Carlos Lombardini, quien por cierto, ya en el lecho de muerte, se emocionaba leyendo las cartas que de España le encava Lorenzo, y con calentura salía al café a pregonar los triunfos del de Monterrey.
Benjamin Padilla se hacia garcista de “hueso colorado”.
Ricardo Colín “Flamenquillo”, a pesar de ser de familia de polendas, no desdeña ser amigo de Lorenzo, y Garza entrena en su casa y se hacen inseparables.
Temporada triunfal de novillero.
Lorenzo piensa, Luis Rodríguez piensa. Nada de alternativas. Otra temporada de novillos en la que ya el público se empezó a poner cruel con él y a exigirle lo imposible. La tarde de su despedida de México, convierte una pita tremenda del primer toro en una ovación tormentosa en su segundo, un tío con dos pitones, berrendo en colorado.
Viaje a España. Campaña triunfal de novillero.
Toma la alternativa.
Colapso del torero.
Renuncia a la alternativa, ya que la miseria a enseñarle la faz, ya que su amigo de ayer, Pagés, le voltea la cara; ya que sus trajes de luces están empeñados.
Lorenzo no tiene más consuelo que una chica madrileña, su noviecita, que ahora es su esposa, y a quien no le importan derrotas ni reveses.
Al salir de su cuarto, el día que volvió a ser novillero Garza, le dijo al retrato de su madre:
-Vieja, hoy se muere o se hace figura tu hijo…
Y se hizo figura.
Por primera vez en la historia taurina, un espada que renuncia a la alternativa regresa a su puesto de matador consagrado como el mejor torero de todos los tiempos.
Para la historia habremos de decir que Lorenzo tomó la alternativa en Aranjúez, el 2 de septiembre de 1934, de manos de Juan Belmonte, con toros de “Tres Palacios”.
Regresó a México. Hostilización.
Por fin, corrida del “Chato Padilla”, el 3 de febrero de 1935. Consagración en México.
Toro “Amapolo”. Creación del natural de rodilla en tierra.
He aquí la vida torera de Lorenzo Garza, el magnifico, como lo bautizara de novillero “Lance del Desdén” (doctor y poeta Baltazar Izaguirre Rojo) y el magnifico, como lo bautizaron en Monterrey por su afán de prodigarse…
“CURRITO DE LA CRUZ”… Fin.
